Dark City es una película que no ha tenido la popularidad que se merecía, sin embargo tiene una calidad inmensa. Está a medio camino entre Matrix y 1984. Además es la película que se pone de ejemplo cuando se habla del efecto Mandela.
Créditos
- Título original: Dark City
- Año: 1998
- País: Estados Unidos
- Duración: 100 minutos
- Género: Ciencia ficción, fantasía, distopía, thriller
- Director: Alex Proyas
- Reparto: Rufus Sewell, Kiefer Sutherland, William Hurt, Jennifer Connelly, Richard O’Brien, Ian Richardson, Colin Friels, Melissa George
Argumento de Dark City
Un chico despierta sin memoria, pero todo apunta a que es el autor de una serie de asesinatos. Huye de la justicia y recompone el puzzle de su pasado. Descubre que él no ha sido el autor de los crímenes, pero sí la persona a la que encarna. Esto es así porque hay unos seres alienígenas que cambian los recuerdos de las personas, intentando descubrir por qué cada uno es único.
Somos una especie singular
Esta película habla de que todos somos especiales. Una persona, por mucho que le cambien los recuerdos, seguirá siendo quien es y actuará según sus designios. Por ello cuando una persona inocente es encarnada en el cuerpo de un asesino, no continuará asesinado. No está dentro de su destino. Lo que nos hace únicos es ese sueño que todos tenemos, por encima de todo, por que el que luchamos incansablemente. Es esa elección que tenemos, de poder hacer en la vida lo que nos gusta. Y ese talento, que todos tenemos, pero que sólo unos pocos podemos desarrollar.
Hay un Dios dentro de cada uno
Se da a entender también, que nosotros tenemos potencial para hacer lo que queramos. Cada uno de nosotros sólo desarrollamos una pequeña parte de nuestro cerebro. Ya con eso, con ese pequeño porcentaje, somos capaces de hacer cosas increíbles. Imaginar de qué seríamos capaces si pudiéramos desarrollar el 100%. Seríamos dioses. Podríamos volar, mover objetos con la mente y hasta construir mundos. Por eso cada vez el mundo está más evolucionado. La ciencia ha avanzando tanto, que hay descubrimientos que ni soñábamos hace años. Y todavía falta mucho por descubrir… y desarrollar.
¿Y si todo lo que somos está siendo simulado?
Aquí entra una teoría que muchas películas lo han desarrollado en sus argumentos. A las sumadas arriba podemos añadir El show de Truman u… Origen. Pero lo cierto es que la mente es uno de los grandes desconocidos de la ciencia. Y la mente, al dormir, parece ser que conecta con otros mundos. Sólo así se entiende como somos capaces de soñar cosas de tanta fantasía. Esto ha dado lugar a teorías de mundos paralelos o incluso de manipulación mental, como propone Dark City. Cuando sueñas, realmente crees que vives en ese sueño. Sólo despertar te devuelve a la realidad. Pero… ¿y si los sueños fueran la percepción de la realidad y al despertar conectamos con otro mundo? Parece descabellado… pero ¿cómo lo sabemos?