¿Sabías que la guerra en Ucrania no es como la cuentan? Desde hace un tiempo vivimos en la época de la desinformación. Los medios de comunicación nos bombardean con noticias sensacionalistas no contrastadas, conforme a una corriente que se establece como popular. La pandemia, la derecha extrema, el gran apagón… Pero lo más preocupante es que silencian o criminalizan la disidencia, erradicando la libertad de expresión y la democracia.
La guerra nunca tiene buenos ni malos: sólo muerte
Así es. No es cuestión de señalar a Putin como la reencarnación de Hitler. Siempre hay dos bandos enfrentados, dos choques de voluntades y muchos intereses detrás. En el caso de la invasión a Ucrania, no es la excepción. Ni siquiera la Alemania nazi, con el mayor tirano de la historia, tenía un discurso único. Los alemanes tenían un sentimiento de rebeldía contra el mundo, porque habían sido humillados y arruinados tras la Primera Guerra Mundial. No se trata de justificar la guerra, ni mucho menos, sino de dar contexto a todo lo que está ocurriendo. Porque estamos en un enclave geopolítico que va a cambiar el mundo. Y en una sociedad con democracia y libertad de expresión lo normal sería conocer todos los detalles.
Estados Unidos provocó a Rusia
Todo lo ocurrido a principios de 2022 viene de muy lejos, cuando la URSS aun existía. Estados Unidos invirtió en una inconmensurable cantidad de dinero en formar la OTAN. Se trata del ejército de Europa para defenderse de los comunistas. Durante la Guerra Fría suponían una amenaza real y, una vez disuelta, se mantuvo el brazo armado de Europa bajo el control americano. De hecho, en pleno siglo XXI seguía suponiendo el segundo gasto más grande de Norteamérica. Pero esto tiene un coste para Europa y es el de secundar todos sus intereses.
Llegó la década del 2010 y todo parecía tranquilo, en cuanto a tensiones internacionales. Angela Merkel, Emmanuel Macron y Donald Trump sostenían una política de comercio con el gigante Ruso. Incluso se construyó el gasoducto Nord Stream que pasaba por Alemania y empezó a construirse el Nord stream 2. Incluso Trump, el supuesto tirano de la guerra, alentó a Alemania para crear su ejército y así disolver la OTAN, ya que Europa siempre tiene que tener fuerzas para poder defenderse, por mucha paz que haya. De hecho fue el único presidente de Estados Unidos que no entró en guerra, pero eso no se cuenta. Prima desacreditarlo.
Por cierto, quisiera recordar que en 2020 EEUU desplegó tropas a Europa del este en plena pandemia. ¿Qué estaban haciendo? ¿Tendrá algo que ver con lo que ha ocurrido un año después?
El silencio de Biden tras provocar a la bestia
Una vez con Joe Biden en el poder, se planteó una estrategia para cortar el negocio de Europa con Rusia. En lugar de bajar precios para competir económicamente, Estados Unidos optó por escalar el conflicto que se vivía en Ucrania, ya que desde 2014 sufría una guerra civil. ¿Cómo lo hizo? Empezando a hablar de que Ucrania podría entrar en la OTAN. Señores, esto supondría la Tercera Guerra Mundial, porque Rusia no iba a permitir que una parte de su territorio histórico cayera en poder de su enemigo. Y esto mismo se comentó cuando fue creada la misma OTAN, porque se establecieron pactos internacionales de no expansión hacia el este. Pero, lo acordado se rompió y año tras año se han ido añadiendo países asiáticos a la Unión Europea, y la OTAN defiende a países de la UE.
Pero el conflicto en Ucrania estalló de verdad a principios de 2022, cuando Rusia sacó sus tropas a la frontera cuando EEUU. No atacaron en un principio, sino que mantuvieron la posición y empezaron a negociar. Putin exigió que le aseguraran que Ucrania no entrara en la OTAN, como así fue acordado, y que se disolvieran las tropas neonazis ucranianas que estaban masacrando a los ucranianos de mentalidad rusa fueran disueltas. Porque nadie habla sobre que el héroe europeo, Volodímir Zelenski, bloqueó la ayuda humanitaria a las regiones de Crimea y Dombás, por ser prorrusas. Y que ahora estas facciones, proclamadas independientes por Rusia, ven la invasión como su liberación.
Desinformación en la invasión a Ucrania
Desde que empezó la invasión los medios de comunicación han hecho propaganda estadounidense para radicalizarnos contra Rusia. Realmente se ha hecho una campaña de desprestigio contra Putin, omitiendo todos los detalles que pidieran causar simpatía con el dictador. Porque sí, Putin es un dictador comunista, pero no por ello hay que transmitir información falsa. Se habla que las tropas rusas han abierto fuego directamente contra civiles, lo cual es totalmente falso. Pensar una cosa, si durante la primera semana han muerto 200 ucranianos, ¿qué sentido tiene?
Han muerto la resistencia, no los que han huido. Y lo que es peor, que se estaba disparando a la central nuclear de Zaporiya, la mas grande de Europa, lo cual es completamente falso. Sólo hay que saber que Chernobyl está siendo controlada por ambos bandos para mantenerla estable. Si hasta ponen imágenes de películas y videojuegos para acreditar las noticias, porque no hay imágenes de lo que ocurre, cuando los satélites pueden sacar imágenes del terreno a todo momento. Se está ocultando todo…
Es más, cada dos o tres días Rusia solicita una negociación para hacer un alto el fuego, con las mismas exigencias que cuando se inició el conflicto. Sin embargo Zelenski, aconsejado por Biden, se mantiene en la resistencia. Es más, el títere estadounidense hace declaraciones épicas sobre que están muriendo por Europa, que los unan ya a la OTAN y que los ayuden. Están alentando a la guerra. Pero… esta guerra no le interesa a nadie. ¿Sabías que las sanciones económicas pueden afectar más a Europa que a Rusia? ¿Sabías que si cae la economía Rusa, puede caer la Europea? La guerra en Ucrania no es como la cuentan, hay muchos intereses económicos detrás, porque estamos sujetos del yugo americano.
Aunque después de todo, todavía hay esperanza. Esperanza porque Francia y Alemania siguen haciendo tratos comerciales con Rusia. El gasoducto sigue activo. No sólo no se han reducido las emisiones de gas, sino que se han enviado más ante una pérdida definitiva de comercialización. Y si el gas deja de emitirse, Alemania sólo podría abastecer a su población durante una semana. Por eso los acuerdos comerciales no se pueden romper. Después del duro golpe económico de la pandemia, esto supondría la ruina económica. Pero… ¿hasta cuando seguiremos bajo el control de Estados Unidos?