Cube Zero es una película canadiense de 2004 dirigida y escrita por Ernie Barbarash, con el protagonismo de Zachary Bennett y Stephanie Moore. Es la secuela (o precuela) de Cube y Cube 2: Hypercube. En esta ocasión la acción se desarrolla tanto dentro como fuera del complejo de cubos.
Créditos
- Título original: Cube Zero
- Año: 2004
- Duración: 97 minutos
- País: Canadá
- Director: Ernie Barbarash
- Reparto: Zachary Bennett, Stephanie Moore, Michael Riley, Martin Roach, David Huband, Terri Hawkes, Richard McMillan, Mike ‘Nug’ Nahrgang, Tony Munch y Joshua Peace
- Género: Ciencia ficción – Intriga – Terror – Secuestros – Gore
- Puntuación: 5,6 puntos
Argumento
De nuevo en Cube Zero nos encontramos en un complejo de cubos, donde aleatoriamente hay trampas y los protagonistas aparecen sin recordar nada de su pasado. En esta ocasión en los cubos hay escritos tres letras que marcan las coordenadas de su ubicación y la dificultad para realizar un mapa es bastante inferior que en las anteriores películas, ya que hay muchos menos cubos. Además del grupo encerrado en los cubos, hay una pareja de supervisores fuera del complejo. Uno de ellos, Eric (Zachary Bennett), se siente atraído por un sujeto del cubo, concretamente Cassandra (Stephanie Moore) y, a pesar de ir contra las normas, decide ayudarla.
Mi opinión
Para mi punto de vista, a pesar de que Cube Zero tiene más diversidad de escenarios, considero que es la más floja de la trilogía. Sin embargo a todos los amantes de la saga, les recomendaría verla también, ya que tiene un final muy interesante que se cierra a modo de bucle. Por otra parte el halo de misterio se mantiene en todo momento, incluso llega a algún pico muy interesante cuando aparecen los observadores de los observadores. Todo parece pertenecer a una jerarquía piramidal, donde en la cúspide de todo se encuentra un gobierno anti-demócrata.
La crítica
Cube Zero intenta cambiar el estilo de la saga, mostrando escenas tanto del interior como del exterior del complejo. Sin embargo no es del todo efectivo y, a pesar de este cambio, y de las respuestas que ofrece, se queda insuficiente para concluir la trilogía. Lo mejor de todo, sin duda, es la empatía que muestra uno de los observadores por una de las víctimas, y como esto encaja con la primera de las películas, Cube. Sin embargo las trampas ya no son originales, ni hay buen manejo de los personajes y hasta las escenas de gore están mal hechas. No hay respuestas, el suspense sigue ahí.