La isla mínima es una película española de 2014 producida por Atresmedia, dirigida por Alberto Rodríguez y protagonizada por Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez. En España de los años 80 dos policías ideológicamente opuestos investigan la desaparición de dos chicas adolescentes.
Créditos
- Título original: La isla mínima
- Año: 2014
- Duración: 105 minutos
- País: España
- Director: Alberto Rodríguez
- Reparto: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros, Antonio de la Torre, Jesús Castro, Mercedes León, Manolo Solo, Jesús Carroza, Cecilia Villanueva, Salvador Reina, Juan Carlos Villanueva
- Género: Thriller – Intriga – Cine negro – Policiaco
- Puntuación: 7,3 puntos
Argumento
En la España de los años 80, Pedro (Raúl Arévalo) y Juan (Javier Gutiérrez) son dos policías de Madrid ideológicamente opuestos que son enviados a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas del Guadalquivir, para investigar la desaparición de dos chicas. Ambos tendrán que descubrir los extraños sucesos de un pueblo anclado en el pasado, donde se enfrentarán a un asesino en serie, a los ciudadanos y a sus propios fantasmas.
Mi opinión
La isla mínima es una película española de 2014, que en un principio parece un poco rara, pero que acabará convirtiéndose en una apasionante investigación de un asesino en serie oculto. Poco a poco se irán desentrañando los enigmas. Me ha gustado porque cada pista es una pieza del puzzle y finalmente se hallarán todos los datos para desentrañar la trama.
La crítica
La isla mínima es una gran película, de las mejores películas de 2014, porque tiene una trama que roza el sobresaliente, los personajes protagonistas tienen una actuación excelente y la ambientación del pueblo dejado de la mano de Dios es fantástica. Además tiene algunas escenas sobresalientes que convierten La isla mínima en una buena película. Pero lo único que hace es confirmar que el cine español está en alza. Lo más curioso es que ha sido producida por Atresmedia, que no suele producir cine de este tipo de registros. Con La isla mínima han acertado de pleno y hay que reconocerlo.