Entre los estudiantes que no pueden continuar viviendo en el hogar familiar por tener que cursar sus estudios en otra ciudad, no todos optan por buscar alojamiento en un piso compartido. Veamos la influencia del entorno en los estudiantes universitarios.
Aunque normalmente la elección de un alquiler compartido es la que resulta más económica, hay muchos casos en los que los estudiantes y sus familias dan prioridad a otros aspectos antes que, al precio, eligiendo como modalidad de alojamiento una residencia.
Esos factores que inclinan la balanza son, principalmente, la seguridad, la calidad de las comidas, y la integración en una comunidad.
La dinámica de una residencia es más propicia al estudio que la de un piso de estudiantes, por lo que no es extraño que los padres prefieran pagar algo más y garantizarse que sus hijos se encuentran en un entorno productivo que no hacerlo y encontrarse al cabo de un tiempo con que la estancia universitaria que están pagando solo sirve para costear las fiestas nocturnas de sus hijos.
También es un aspecto a considerar las posibles relaciones que pueden establecerse en las residencias. Aunque residencias estudiantiles hay de todos los precios y categorías, quienes se alojan en una residencia más elitista están, de algún modo, seleccionando el grupo de amistades con los que sus hijos van a relacionarse.
Las más caras son las residencias privadas en Barcelona y Madrid, ya que en estas dos ciudades es donde se encuentran las universidades de mayor nivel y donde hay una mayor demanda de plazas.
En cualquier caso, el mejor aprovechamiento del periodo universitario es una cuestión puramente personal y de voluntad. Aunque es cierto que un entorno más favorable resulta en un mayor estímulo, al final es la actitud del estudiante y su deseo de aprender el que marca la diferencia en los resultados, con independencia de dónde se aloje. Así es cómo vemos la influencia del entorno en los estudiantes universitarios.
