La guerra de los mundos

En 1953 Byron Haskin presentó este clásico del cine. En 2005 Steven Spielberg hizo un espectacular remake con Tom Cruise como protagonista. El mundo, después de las guerras mundiales, debe enfrentarse a una invasión alienígena.

Mi opinión

Lo cierto es que pocos pueden decir que no les gusta esta película. Ya la primera película es digna de ver, a pesar de tener 50 años, pero el remake que hizo Steven Spielberg es sencillamente espectacular. A mí personalmente me ha causado una gran admiración. Es, a mi juicio, la mejor película de invasión alienígena sobretodo por la película de 2005, pero si Spielberg no hubiera hecho su remake, la película de 1953 también habría aparecido en la lista.

La película de 1953

Adapta la novela de H. G. Wells trasladando la acción del Londres de 1890 a la California de los años de la guerra fría. Un meteorito cae en las afueras de una ciudad y llegan expertos para averiguar de qué se trata. Un experto mide la elevada radiación que ha traído. También evalúa que debe estar hueco porque al caer no ha producido un gran cráter. Cuando llegan por la noche ha echarle un ojo descubren que se está moviendo, parece desatornillarse. Por un hueco del meteorito se asoma un tentáculo con un ojo. Se imaginan que son extraterrestres y se acercan en son de paz, pero el ojo del tentáculo lanza un rayo destructor que los mata. Entonces descubren de que se trata de máquinas de otro mundo y cuando ven caer más meteoritos descubren que se trata de una invasión alienígena. Llaman al ejército para combatirlos, pero nuestras armas no pueden hacer nada frente a su tecnología más avanzada.

La crítica

No se respeta al pie de la letra la novela de H. G. Wells, pero el hilo argumental es bueno. Sin embargo hay que destacar que esta película contó con muy poco presupuesto, lo que se puede apreciar por los pésimos efectos especiales y actores de media talla. Aun así cuenta con muchas virtudes que la han convertido en un clásico, como una historia coherente, en todo momento tiene un buen ritmo, el misterio del comienzo, los momentos de tensión, la vieja kioskera gritando con voz desgarrada los titulares y el Apocalipsis final. En muchos aspectos supera al remake de 2005.

la guerra de los mundos

El remake de 2005

Muchos se sentirán identificados con el protagonista, Tom Cruise, un divorciado pasota, que cuando la situación se vuelve crítica aparece el amor que guardaba en su interior y sólo se preocupa de que sus hijos estén bien. Una tormenta deja caer muchos rayos en un mismo lugar. Los rayos realmente son un conducto para mandar en cápsulas a los seres que manejaran las máquinas de destrucción, enterradas bajo tierra. Cuando se levantan destruyen edificios enteros. Trípodes gigantes, con alargadas patas, con tentáculos. Utilizan una barrera que les hace inmune. El padre divorciado y sus dos hijos tratará de huir y poder sobrevivir al caos que envuelve al mundo.

La crítica

Esta es una oportunidad de ver la gran película de 1953 con buenos efectos especiales y buenos actores, como Tom Cruise. Steven Spielberg no deja descansar al espectador, creando tensión en cada una de sus escenas. Encadena una serie de sucesos que maravillan, entretienen y aterrorizan. El tren en llamas, el avión estrellado, la huida de la ciudad… Cada una de ellas sobrecoge. Aunque también están los que piensan que es una obra sobrevalorada y comercial por ser el director Steven Spielberg, tener un súper presupuesto y su actor principal Tom Cruise. Algunas situaciones son infantiles, otras ridículas. El guión se cae. Y el final es malo, demasiado convencional.

En conclusión

La guerra de los mundos entretiene, y de qué manera, pero si eres quisquilloso con las películas, sin duda encontrarás muchos defectos. Personalmente no me importan los defectos, mientras el contenido sea bueno, y considero que La guerra de los mundos es una gran película, tanto la de 1953 como la de 2005. La de 1953 mejor historia: expertos, científicos, descubrimientos… Y la de 2005 más actual: mejores efectos, más acción, una familia tratando de sobrevivir… Tú eliges.

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