Espartaco fue un esclavo tracio que lideró la mayor rebelión contra Roma. Nació en Tracia el 113 a. C. y murió en Lucrania el 71 a. C. después de sublevar a los esclavos y luchar contra la República Roma en lo que se conoce como la Guerra de los Esclavos o la Guerra de los Gladiadores.
Biografía
¿Cómo se convirtió en esclavo?
Hay pocas referencias de la historia en aquellos años, pero según los historiadores Apiano y Floro nació en Sandanski, Tracia (ahora Bulgaria). Fue reclutado para las tropas auxiliares romanas, pero desertó. Por ese motivo fue condenado a la esclavitud, junto a su hermano, a trabajar en las canteras. Sin embargo Espartaco tenía una gran fuerza y un mercader lo compró para la escuela de gladiadores de Batiato. Debido a su imponente físico, también servía como esclavo sexual y realizaba muchos tipos de prácticas.
La huida de la escuela de gladiadores
Espartaco convenció a 74 hombres, donde se encontraban Enomao y Crixo, para escapar de la escuela romana. La suerte les acompañó porque se encontraron con un convoy que transportaba armas de gladiadores y, tras atacarlo, se hicieron con ellas. Entonces se retiraron al monte Vesubio, donde comenzaron a trazar escaramuzas para robar tesoros a los romanos, que Espartaco repartía a partes iguales entre los hombres que formaban la rebelión. Por este motivo muchos se unieron a la causa.
Primeras victorias
Roma envió una brigada de soldados, que los rebeldes derrotaron y se fortalecieron, al sustituir sus armas de gladiadores por armas y armaduras romanas. Entonces Claudio Clabro tomó el mando de un gran número de tropas para derrotar a Espartaco. Rodearon la montaña y trataron de hacer un asedio, pero un grupo de gladiadores descendió de la montaña con cuerdas y tomó el campamento por sorpresa. Entonces los soldados huyeron en lo que se conoce como la primera gran victoria de Espartaco.
Roma tiembla ante Espartaco
Los romanos trataron de reducir a los rebeldes con dos legiones al mando de Varino, que trató de buscar la victoria dividiendo a su ejército en tres partes, cada una atacando por un franco. Sin embargo los espías informaron a Espartaco de la maniobra y, aprovechando la división de fuerzas, las derrotó por separado. Incluso llegó a capturar al caballo del pretor, pero Varino consiguió huir.
Los esclavos libres atacaron ciudad tras ciudad, conquistando todo el sur de Italia. Pero a pesar del gran número, no todos lucharon, sólo los que estaban realmente preparados. Así formó un ejército de 70.000 soldados, forjó armas y organizó una caballería. La intención de Espartaco era liberar el mayor número de esclavos y liberarlos. Espartaco, sabía en todo momento sus limitaciones, así como el poderío de Roma, y su única esperanza era que los esclavos de todo el mundo se rebelaran.
Entonces Roma envió en el 72 a. C. los ejércitos de Léntulo y Gelio. Además los rebeldes se dividieron. Un segundo grupo se formó, con 20.000 unidades, al mando de Crixo. La división se formó porque muchos querían tomar Roma, mientras Espartaco sólo buscaba liberar esclavos. Este grupo actúo por su cuenta y finalmente cayó ante Gelio, ya que Crixo no tenía la habilidad estratégica de Espartaco. Pero la rebelión no concluyó, ya que siguieron consiguiendo brillantes victorias.
Roma envía a Craso
El cónsul Graso reunió todas las fuerzas disponibles y atacó duramente, pero Espartaco venció. En ese momento los rebeldes pudieron escapar de la península, pero en lugar de huir volvieron al ataque. Tal vez la rebelión se vio entusiasmada por las victorias que habían conseguido y se negaron a concluir la guerra. Espartaco, para no perder el control, fue sometido por aquellos a los que había liberado. De nuevo Craso volvió a cercar a los rebeldes, pero Mummio atacó en lugar de defender su posición, fue derrotado, y por ahí escapó la rebelión. Llegaron a Turi, donde se fortificaron.
Espartaco negoció con los piratas de Cilicia, llegando a un acuerdo. La idea era navegar hasta la isla de Sicilia, donde asegurar la posición. Sin embargo Roma se percató de sus planes y sobornó a los piratas, que traicionaron al propio Espartaco. De nuevo Craso los rodeó en el extremo sur occidental de la península. Espartaco utilizó una táctica empleada 144 años antes: Aprovechando una noche de tormenta colocó antorchas en los cuernos del ganado y los lanzó hacia el enemigo. Entonces las tropas romanas se concentraron en ese punto, pero para cuando descubrieron que sólo era ganado, los rebeldes escaparon por otro lugar y regresaron a Lucania.
Las últimas batallas
El Senado de Roma envió a Pompeyo, viendo la ineficacia de Craso. En total se unieron 20 legiones (más de 120.000 hombres), que volvieron a cercar a los rebeldes. En esta situación los hombres de Espartaco volvieron a dividirse, perdiendo 30.000 unidades dirigidas por Casto y Gannicus, que fue eliminada por Graso. Entonces a Espartaco le quedaron 80.000 hombres a los que no pudo reforzar con más esclavos liberados.
En Apulia se libró la última batalla. Espartaco y sus hombres lucharon desesperadamente, pero perecieron estrepitosamente. 60.000 rebeldes cayeron, por tan solo 1.000 romanos. Espartaco cayó, aunque no pudo localizarse su cadáver, a pesar de los esfuerzos de Roma, que crucificó a todos los que habían apoyado la rebelión. Sin embargo un gran número consiguió escapar.
Las consecuencias de la rebelión
La rebelión pretendía eliminar la esclavitud, mediante la fuerza. No se consiguió en esos años, pero sí provocó una serie de procesos sociales y económicos, que a la larga hicieron temblar al Imperio Romano y finalmente caer, 3 siglos después.
Filmografía
Espartaco ha sido llevado al cine y la televisión mediante una película y una serie de gran calidad:
- Espartaco – La película de Stanley Kubrick (1960)
- Espartaco o Spartacus – La serie de Steven S. DeKnight (2010-2013)
- Más allá del mito – Documental
- El Imperio Romano – Documental