Cómo conocí a vuestra madre es una serie que actualmente se emite en NEOX de lunes a viernes de 17:55 a 19:50. Entre el reparto encontramos actores como Josh Radnor, Alyson Hannigan (Willow en Buffy cazavampiros) y Neil Patrick Harris entre otros.
Aviso de spoilers: este artículo no es una crítica a la serie sino una reflexión a su evolución y su temporada final. Quizás sea muy duro este artículo, quizás haya disfrutado mucho con esta serie a lo largo de los años. Un grupo de treintañeros en Nueva York cada uno con sus estereotipos: la pareja bien avenida, la soltera independiente, el ligón de manual y el “protagonista” que narra la historia a sus hijos durante nueve largos años.
Pero claro, nueve años son muchos como para mantener fresca una serie, y en este caso, las ideas empiezan a decaer. Comienza el bucle de muchas series de hacer gags refiriéndose a gags anteriores y usando la nostalgia de temporadas pasadas para producir la risa. ¿Es necesario recordar en cada capitulo algo así? Sinceramente no, y solo evidencia la gran falta de evolución narrativa de los personajes.
Lily y Marshal son la misma pareja perfecta, quieren ponerles conflictos de intereses pero jamás consiguen crear la mínima tensión en el guión. Barney es ahora un hombre felizmente enamorado, lo cual es un fastidio para todas las bromas de mujeriego que se realizaban en torno a él. En cierta medida Barney es a cómo conocí a vuestra madre como Sheldon a The Big Bang Theory, un personaje encasillado, y el 80% de las bromas recurrentes tienen que estar de uno u otro modo en contacto con él. Eso crea que este nuevo Barney, a punto de casarse con Robin sea una mera sombra de lo que algún día fue, y haciéndole perder fuelle a la serie en cada capítulo. Por último nos queda Ted, el incansable buscador de amor que jamás se rinde, y que por fin encuentra y se casa con su chica ideal. Interpretada por Cristin Milioti, que por ahora solo hace preguntarse a la gente como puede ser una tía tan sosa…
Las comparaciones suelen doler, y hace falta remontarnos a Friends para ver una sitcom del mismo formato y tal longevidad. Aún soy capaz de acordarme del último capitulo de Friends, donde en la escena final cierran la puerta del piso para siempre. Aún puedo recordar a mi hermana llorando porque jamás iba a volver a ver las aventuras de esos otros neoyorkinos. Y la duda me entra, ¿Llegará Ted Mosby y compañía a producirnos tal efecto? ¿El spin-off que preparan será tan lamentable como el de Joey Tribbiani? ¿Algún día los niños se aburrirán de escuchar las numerosas parejas que ha tenido su padre antes de encontrar a su madre?
Cómo conocí a vuestra madre nos ha traído frases legendarias (wait for it), personajes que sin la evolución que podían esperar hemos empatizado con ellos, cameos y secundarios de lujo, y sobre todo nos ha dado risa, risa de la buena, sin pretensiones, sin mensaje. Porque el mensaje ya lo ponían los capítulos de inflexión para avanzar en la trama.
Sólo espero que los productores y guionistas respeten la agonía de la serie y la dejen terminar con un gran final. No con episodios buenos sueltos, sino como se merece, con mi hermana 10 años después llorando de la misma manera porque jamás vuelva a ver su serie favorita.