Las películas de terror siempre han agradado al público en general. Al mismo tiempo también han causado fuertes críticas. “El Exorcista” de 1973 es una de las mejores películas del género, para mí y para la mayoría de webs.
La novela
Muy pocos saben que El Exorcista viene de una novela, con el mismo título, publicada en 1971 por William Peter Blatty sobre un polémico caso real de 1949. Un año después el escritor conoció la historia de un chico de 12 años, Robbie, que fue diagnosticado de posesión demoniaca. El caso fue muy popular en Estados Unidos y fue cubierto por los medios de comunicación. La novela se convirtió muy pronto en un best seller. Era tan conocida la historia que la Warner adquirió los derechos de autor. En 1973 William Friedkin la llevó al cine.
El reparto
- Ellen Burstyn como Chris McNeil
- Max Von Sydow como Padre Lankester Merrin
- Linda Blair como Regan McNeil
- Jason Miller como Padre Karras
- William O’Malley como Padre Dyer
- Lee J. Cobb como William Kinderman
- Kitty Winn como Sharon
- Jack MacGowran como Burke Dennings
Muchos de ellos sufrieron extraños sucesos, que en algunos casos les provocaron la muerte. Es la maldición que acompañó la historia:
Mi opinión sobre la obra
La primera vez que la vi, no sentí miedo porque simplemente no me la creí. El demonio se apodera del cuerpo de una niña, habla en diferentes idiomas, dice palabrotas mal sonantes y gira la cabeza sobre su cuello. Sin embargo cuando me enteré de que estaba inspirada en hechos reales me quedé congelado. A mí siempre me aterrorizan las películas que me puedo creer, mientras que la ciencia ficción, por muchos sustos y mucho suspense que creé, no me puedo involucrar y sentir en la carne de los protagonistas. También escuché que ocurrieron desgracias durante el rodaje. Me quedé de piedra. ¿Eso puede ser real?
La crítica
Se trata de una obra de arte, pionera en el género. Antes habían rodado películas como Psicosis, La Noche de los Muertos Vivientes o La Semilla del Diablo, pero ninguna ofrecía escenas de posesión explícita como lo hace este clásico. Un espectáculo horroroso gracias a una soberbia actuación de los actores, escenas muy bien representadas y una historia muy cruda. Todo ello son los ingredientes de la mejor película de terror de todos los tiempos. Por si no fuera poco con lo mencionado, la banda sonora también se puede situar entre las mejores. Steve Boeddeker ha compuesto una música capaz de crear tensión y temor por sí sola. Nada mejor para acompañar este film terrorífico.