¿Cómo conseguir una buena acústica en el auditorio?

Planificar un gran evento requiere de una gran habilidad para la gestión. No solo del tiempo con el que trabajemos depende su éxito, también del equipo que haya detrás. Un acto público de grandes dimensiones debe realizarse a la perfección. Ningún fallo tiene cabida puesto que cualquier error en organización, gestión de ticketing, pantallas o audio se magnifica y si el público recibe malas sensaciones, es probable que no quiera repetir con nosotros. La buena acústica en el auditorio tiene su importancia.

En un mundo cada vez más conectado, cómo transmitimos nuestro mensaje cobra gran relevancia. La audiencia ya no se conforma con pantallas pequeñas, resoluciones mediocres o errores de otro tipo. Quieren una imagen 4K y sonido profesional y que se repita de forma homogénea por todo el recinto del evento. Para ello es necesario tener buena acústica en el auditorio.

No es fácil que ello suceda. Será necesario contar con equipos audiovisuales de última generación y soporte técnico capaz de improvisar en caso de fallo, incluso en el mismo momento de la emisión.

Hoy nos centraremos en los factores acústicos que debemos tener en cuenta a la hora de organizar nuestro evento en un auditorio.

Las claves del mejor sonido en tu evento de grandes dimensiones

Un auditorio es posiblemente uno de los mejores espacios donde organizar un gran evento. Su techo está preparado para propagar el sonido con la mejor calidad. La distribución del espacio del suelo, por su parte, es perfecto para facilitar la visibilidad del escenario, casi de forma matemática.

Hay varios factores que son capaces de modificar la acústica de un recinto de estas características, por mucho que nos sorprenda.

  • Cómo inciden las ondas sonoras en las paredes y techos.
  • La inclinación del suelo y los materiales usados en los elementos de la sala
  • La propia intensidad del sonido
  • Aislamiento del exterior
  • Se refiere al tiempo que tarda en llegar el primer sonido desde que se emite, y que viene muy marcado por paneles suspendidos del techo.
  • La dirección desde la que llega el sonido reflejado. El sonido percibido por la audiencia en función de su ubicación varía. Las salas estrechas son mejores que las anchas.

Por tanto, para optimizar estas variables podemos:

Inicialmente, conocer las dimensiones del auditorio y el aforo con el que vamos a contar. De esta manera, podemos modificar elementos de la sala para evitar que el sonido se concentre en puntos que no nos interesan.

Garantizar que el sonido se distribuya de forma uniforme. Es imposible si no contratamos a un equipo de técnicos de sonido con formación para ello. La improvisación no vale para nada.

Cuidar que no haya ruidos de fondo.

Lanzar el sonido de tal manera que favorezca las reflexiones del mismo. Por ello es muy importante buena acústica en un auditorio. Con ello evitaremos que haya delay entre las primeras ondas que llegan y las últimas, o que sea prácticamente inapreciable.

Acudir con el equipo de sonido adecuado con el fin de que las ondas del sonido izquierdo sean diferentes a las que mandamos al oído derecho. Así el resultado es más envolvente y profesional.

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