Desde la guerra fría no se había visto tanta tensión nuclear. Corea del Norte, bajo un hermético regimen comunista, es dirigida por su nuevo líder, joven e imprevisible, Kim Jong-un. Pionyang, la capital de Corea del Norte, asegura estar prepara para responder con bombas nucleares a la política hostil que Estados Unidos ha desplegado a sus puertas, aliados de sus eternos rivales Corea del Sur. Así se ha originado una tensión que podría derivar en la tercera guerra mundial porque China apoyaría a Kim Jong-un, aunque de momento recomienda dialogar.
Los hechos fueron los siguientes: El 12 de Febrero Corea del Norte realizó una prueba nuclear, que mantuvo en alerta a las potencias occidentales ya que sospechaban que las armas nucleares podrían lanzarse sobre Corea del Sur. El 7 de Marzo la ONU aprueba sanciones, tanto económicas como comerciales, para Corea del Norte. Ese mismo día el líder Kim Jong-un amenaza con atacar Estados Unidos por su política hostil, desplegando su poder a sus puertas, y sus ejercicios conjuntos con Corea del Sur. Un día después Corea del Norte se retracta anunciando que no atacará a Corea del Sur ni a Estados Unidos, pero el 10 de Marzo Corea del Norte de nuevo vuelve amenazas. Kim Jong-un asegura que su país está preparado para la guerra y 3 días después moviliza su ejército contra las islas fronterizas de Corea del Sur. El 21 de Marzo Pionyang aseguró tener en el punto de mira las bases militares de Estados Unidos en el Pacífico. Enseguida Corea del Sur y Estados Unidos pusieron en marcha un plan conjunto para defenderse de un posible ataque del Norte. El 26 de Marzo Corea del Sur propone a Corea del Norte abandonar las armas, pero Kim Jong-un aseguró tener toda su artillería preparada para la guerra. Un día después Corea del norte desconectó la única vía de comunicación que le quedaba con el Sur. Estados Unidos movilizó bombarderos con capacidad de descargar bombas convencionales y nucleares. El 30 de Marzo Corea del Norte declaró la guerra a Corea del Sur, pero Estados Unidos lo consideró como una campaña retórica de amenazas, aunque extremaron la vigilancia. Kim Jong-un asegura que su arsenal nuclear es tan poderoso como el de Estados Unidos y que no le temblará el pulso para responder a las amenazas. De hecho, comienzan a reactivar todas las instalaciones nucleares. El 4 de Abril Corea del Norte pidió la retirada de los diplomáticos en su embajada, porque a partir del 10 de Abril no podrá garantizar su seguridad. Las embajadas no se mueven. Se despliegan navíos para interceptar misiles enemigos. El 7 de Abril Corea del Norte anuncia que el miércoles hará nuevas pruebas nucleares…
Hay que recordar lo que ocurrió en Japón, al final de la segunda guerra mundial. Estados Unidos lanzó dos bombas nucleares y devastó dos ciudades japonesas, produciendo daños irreversibles que se perpetuarán en el tiempo durante muchos siglos. Pero esto ocurrió en un conflicto donde sólo una potencia contaba con arsenal nuclear. Si la contienda se declara entre dos países con armas nucleares, la devastación podría ser absoluta. Y más en este caso que otros países podrían participar aliándose con uno u otro bando. Estados Unidos ya se ha movido para disponer de la ayuda de Japón, otro de los aliados de Corea del Sur.
También se cuenta que las amenazas de Corea del Norte podrían ser una cortina de humo. Ningún país podría declararle la guerra a Estados Unidos y salir bien parados. Kim Jong-un es joven pero no tonto y lo sabe. Tal vez sólo busque una posición de fuerza de cara a negociar ayudas para su país. Sea como sea la tensión se palpa y un descuido o un ataque a menor escara podría derivar en una guerra nuclear que destruiría el planeta. Desde que la humanidad descubrió el potencial de las armas nucleares había horror por la tercera guerra mundial. Desde joven escuché que de producirse, la cuarta debería ser con palos y piedras.
