El incidente de Tunguska

El incidente de Tunguska ocurrió el 30 de Junio de 1908 en Tunguska, Siberia (Rusia). Fue la mayor explosión conocida que ha sufrido la Tierra. El epicentro tuvo lugar en el cielo, en las proximidades del río Podkamennaya. Arrasó un área de más de 2.000 kilómetros cuadrados y la onda expansiva alcanzó 400 kilómetros. A día de hoy aún se desconoce la causa.

Durante varios días el cielo brillaba, como si hubiera un segundo sol, que no permitía oscurecer las noches. Existen innumerables teorías, porque no existe cráter alguno. Las más sonadas son las de un meteorito de hielo, un volcán, un bólido extraterrestre, un agujero negro, un dios indígena y la explosión de un arma termonuclear.

Esto fue lo que sucedió… ¡Y no hay ninguna explicación!

Los testigos de la zona contaron como vieron una ardiente luz en movimiento, que estalló convirtiéndose en un gigantesco hongo de humo que hacía huir a los animales. Toda la Tierra tembló, como si hubiera sufrido un gran terremoto global que duró unos minutos eternos. También se habla de que el incidente, además del caos de la explosión, contenía radiación nuclear. Por suerte se trataba de una región deshabitada, pero aun así había muchas tribus que perecieron, y muchas otras de alrededor que sufrieron graves enfermedades. Todavía se sigue investigando, porque ningún científico puede dormir tranquilo sabiendo que hay fuerzas que desconocemos, que pueden destruirnos en segundos. Pero lo más extraño de todo es que este evento fue el más llamativo de extraños sucesos que acontecieron el verano de 1908.

¿Qué peor escenario para albergar el fin del mundo? El incidente de Tunguska reúne intensa luz, fuego, impresionante, estallido, feroz viento ardiente, terremoto global, radiación nuclear… Un fenómeno inexplicable acompañado por el misterio en todo momento. En una vista aérea del desastre, a día de doy, se puede observar como el terreno inerte tiene la forma de alas de mariposa… Las mariposas de la muerte.

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